Trece naciones europeas, entre las que se encuentran Francia, Alemania, Italia, España y Holanda, se unieron a la petición remitida a la Comisión Europea, para que una vez terminada la crisis sanitaria, se apueste por reforzar una economía circular, recuperar la diversidad biológica e invertir en investigación e innovación, entre otros.
Frans Timmermans, vicepresidente primero de la Comisión y encargado de Pacto Verde aseguró este martes 21 de abril ante la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo que, “Europa apostará decididamente por una recuperación económica verde”.
A su juicio, Europa tiene que asegurar una recuperación verde y que las inversiones están encaminadas a un nuevo modelo sostenible. “Si no, estaremos dando dinero a la vieja economía, que será restaurada mas o menos pero no tendrá los medios para transformarse y estaremos perdiendo dos veces. Esto es inaceptable y tenemos que evitarlo a toda costa”, ha indicado.
Jaume Lanaspa, presidente de la oficina de Barcelona del Club de Roma, también se suma a la apuesta por una recuperación verde en respuesta al impacto económico que está dejando el Coronavirus, “estamos ante una oportunidad histórica y desaprovecharla sería un error garrafal que las nuevas generaciones nunca nos perdonarían. El Club de Roma es uno de los 180 firmantes de la alianza europea para una recuperación verde.
El periódico Español La Vanguardia asegura que “La Comisión Europea ya se ha puesto manos a la obra, y los líderes de la UE se han citado el jueves pasado –por videoconferencia, como es de rigor en tiempos del coronavirus– para empezar a trazar un plan que devuelva el continente a la senda del crecimiento”.
Plazos y medidas
Sobre 6 ejes giraría el plan para una recuperación económica verde. “El primero es seguir avanzando para la descarbonización de la economía, señala Mauro Accurso, consultor ambiental especializado en economía del cambio climático. Accurso se refiere a la potenciación de las energías renovables como fuentes generadoras de riqueza y creadoras de ocupación.”
El consultor indica que el segundo eje sería apostar hacia una economía circular por parte de las Industrias, aquella en la que prácticamente no se extraen recursos nuevos de la naturaleza porque lo que ahora son residuos son reconvertidos en nuevas materias, Accurso asegura, “es necesario seguir apostando por la eficiencia energética para que las fábricas sean cada vez más eficientes”.
Los edificios son el tercero de los ejes. Estos son responsables de una cuarta parte del consumo de energía. De seguir con el ritmo actual, los edificios comerciales de Europa (grandes superficies, oficinas, hoteles e inmuebles industriales y administrativos) habrán agotado su presupuesto de carbono en el año 2036 en lugar de en el 2050, según un primer informe del proyecto Crrem (monitor del riesgo de emisiones de CO2 en el sector inmobiliario), financiado por el programa H2020.
El cuarto eje está relacionado con la movilidad. El impulso del vehículo eléctrico será uno de los motores de la nueva economía, pero no es suficiente, advierte Accurso. “Es necesario replantear el sistema de transporte público, potenciar el tren en detrimento del avión, facilitar el vehículo compartido o el uso de la bicicleta”, opina el consultor ambiental.
Otro eje es la alimentación. Accurso indica que la recuperación verde supondrá potenciar el consumo de proximidad, de agricultores, ganaderos y productores locales. Algunos pequeños productores se están viendo gravemente afectados por el parón económica de la COVID-19.
Por último, está el eje de la biodiversidad. “El Coronavirus nos ha alertado de cómo destruir la naturaleza pone en riesgo nuestra salud y nuestra economía”, advierte Accurso.
“Se trata de llevar a cabo en 3 o 4 años lo que se hubiese hecho en 15”, señala Jaume Lanaspa. Acelerando de esta forma, el pacto verde Europeo.
¿Podría Chile seguir este ejemplo y avanzar hacia una economía sustentable? Escríbenos y cuéntanos que opinas al respecto.
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