La reducción de la actividad industrial, de los vuelos, y también la disminución de autos en las calles como consecuencia de la pandemia del COVID-19, ha disminuido la contaminación del aire en grandes ciudades alrededor del mundo. Si bien la caída de la contaminación no significa necesariamente que estamos progresando en la mitigación del cambio climático, ahora está demostrando ser una gran ayuda para la generación de energía solar.
La contaminación bloquea la radiación solar, y las partículas finas que se esparcen durante la combustión pueden depositarse en la superficie de los paneles solares, reduciendo su eficiencia. Por ahora, los cielos libres de smog junto con una combinación afortunada de días soleados, aumentaron la eficiencia de los paneles y han ayudado a romper récords en el Reino Unido, Alemania y España esta primavera. La tendencia apunta al potencial de un circuito de retroalimentación positivo y esperanzador: a medida que las fuentes de energía contaminantes se reemplacen por energías renovables, éstas podrán generar más energía.
En Alemania, un récord establecido en marzo se rompió nuevamente el 20 de abril, cuando la energía solar generó el 40% de la electricidad del país, mientras que el carbón y la energía nuclear generaron sólo el 22%. No es inusual ver mayores registros generados por la energía solar en esta época, ya que los nuevos paneles instalados en el invierno empiezan a funcionar en primavera. Si bien la capacidad adicional explica parte de la toma de control de la red solar, la caída de la demanda de electricidad en este momento debido a la pandemia también ha inflado su proporción en la mezcla total.
En el Reino Unido, la generación récord de energía solar también ayudó a las plantas de carbón a establecer un récord importante. Todo el sistema de energía del Reino Unido funcionó con cero generación de centrales eléctricas de carbón durante 18 días, la racha más larga de un siglo. Gran Bretaña tiene sólo cuatro plantas de carbón restantes, todas las cuales están programadas para cerrar en 2025.
La pandemia del COVID-19 ha tocado la energía renovable en innumerables maneras, y no del todo bien. A principios de marzo, quedó claro que el virus estaba interrumpiendo las cadenas de suministro y el financiamiento, lo que retrasará los nuevos proyectos solares y eólicos de los EE.UU Por primera vez en décadas, probablemente no veremos un mayor crecimiento en la capacidad de energía renovable de Estados Unidos este año. Pero incluso si el crecimiento es más lento, un nuevo informe de la Agencia Internacional de Energía publicado el jueves, predice que las energías renovables probablemente serán el único sector energético que verá un crecimiento este año, y que el carbón está listo para la mayor disminución de la demanda desde la Segunda Guerra Mundial.
Si bien aún es difícil predecir cómo la industria surgirá de los escombros tras una recesión masiva, un nuevo estudio de la firma de investigación de energía limpia BloombergNEF pinta una imagen optimista de que la energía renovable continuará creciendo a escala mundial. La firma de investigación financiera descubrió que los grandes parques solares y eólicos, ofrecen la fuente de electricidad más barata para aproximadamente dos tercios de la población mundial.
El estudio revela que la caída de los costos, la tecnología más eficiente y el apoyo del gobierno en algunas partes del mundo, ha fomentado plantas de energía renovables más grandes, como por ejemplo, parques eólicos que ahora duplican el tamaño que tenían hace cuatro años y cuyos precios de electricidad cayeron un 9% y hasta un 4% en electricidad solar desde mediados de 2019.
Tifenn Brandily analista de BNEF, dijo en un comunicado que los precios de la energía solar y eólica aún no han tocado piso. “Hay muchas innovaciones en la tubería y otros elementos que reducirían aún más los costos”, dijo.
Fuente:
www.grist.com