A medida que se acerca la Navidad, nos preocupamos cada vez más de cómo hacer de esta una velada especial para compartir en familia e intercambiar regalos. Sin embargo, algo de lo que a veces nos olvidamos es de lo mucho que se puede contaminar en una sola noche.
Pasada la medianoche los regalos son presentados y los envoltorios olvidados, esperando su turno para ser recogidos y tirados a la basura. Esta cantidad de desechos es tan grande, que se estimó que cada año -tan solo en Reino Unido- se botan 83 km2 de papel de regalo, lo que equivaldría a la superficie de la isla Guernesey.
De esta manera, los basureros terminan llenos de cintas, papel de regalo y otro tipo de embalajes, generando una mezcla de materiales muy difíciles de reciclar y que, por lo tanto, van directo a los vertederos.
Un caso similar es el de los restos de comida. Muchas veces compramos y preparamos más de lo necesario, provocando que esta llegue a parar al mismo lugar que los envoltorios: los basurales. Esta es una situación mucho más grave de lo que se podría imaginar, ya que al año se desechan 2.500 millones de toneladas de comida en nuestro planeta, lo que constituye un 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo.
Afortunadamente, y a pesar de que la mejor manera de disminuir la contaminación es el consumo responsable, existen ciertas medidas que podemos tomar esta Navidad para aportar en esta materia.
¿Cómo disminuir la contaminación en estas fiestas?
A la hora de decidir qué hacer con tu comida, es importante que te hagas esta pregunta: ¿puedo aprovecharla de otra manera? Si la respuesta es negativa, no te preocupes, porque existen opciones como donar los alimentos que no utilizarás a alguien que los pueda necesitar. Sin embargo, si esa no es una opción, lo aconsejable es agregar tus desechos orgánicos al compostaje.
En el caso de los obsequios, puedes alejarte de la típica idea de comprar cosas y empezar a regalar “servicios” o experiencias. Podrías dar entradas para el cine o una gift card de servicios de manicure, spa, entre otros. También puedes entregar “vales por acciones”, por ejemplo, para cuidar a un bebé y que los padres puedan salir, o para ayudar a algún familiar con las actividades que no puede realizar solo.
Sin embargo, si decides comprar objetos para regalar que tienes que envolver, la mejor forma de hacerlo es reutilizando nuestros papeles antiguos o papel craft. En vez de comprar papel de regalo cada año, puedes guardar y aprovechar el de los años anteriores, para que una menor cantidad de este termine en la basura. También se pueden utilizar revistas viejas, diarios o papel reciclado como envoltorio.
Otra manera de hacer que nuestros paquetes sean más sustentables, es evitar el uso de todo tipo de cintas. Por ejemplo, podemos usar lazos -como el que aparece en la imagen de abajo- para cerrar los paquetes y elementos naturales para decorarlos.
Si quieres más ideas sobre cómo envolver sin contaminar, puedes visitar el blog de Greenpeace: Nunca vuelvas a comprar papel de regalo: la guía definitiva para envolver sin generar residuos.
Si tienes alguna otra idea para contaminar menos esta Navidad, ¡compártela en los comentarios!