Un documental que busca generar consciencia sobre el uso del plástico, fue estrenado el pasado 20 de abril en honor al aniversario número 50 del Día de la Tierra. La película expone una catástrofe global impulsada por intereses corporativos. Si bien la palabra plástico evoca muchos sentimientos, es un producto que se ha apoderado del planeta y que en los últimos 60 años se ha introducido en casi todos los aspectos de nuestras vidas.
La mayoría de nosotros vemos el plástico en sólo una breve etapa de su largo ciclo de vida. Esa es la denominada etapa del consumidor, cuando los productos que compramos vienen envueltos en algún tipo de polímero y éste termina en una papelera de reciclaje o en un bote de basura. Pero la verdad es que hay un proceso detrás mucho más largo que todos deberíamos tratar de entender.
El documental dirigido por Deia Scholsberg y producido por Pale Blue Dot Media, junto con The Story of Stuff, hace un excelente trabajo explicando todo este proceso. El grupo de activistas ambientales ha realizado más de una docena de cortometrajes y animaciones desde 2007, y para crear el documental, utilizaron imágenes de archivo de anuncios y entrevistas televisadas con ejecutivos de combustibles fósiles. La película muestra cómo la producción de plástico comenzó en la década de 1950 y cómo ha crecido desde entonces.
Muchas de las instalaciones de producción de plástico están construidas en las denominadas regiones del “Callejón del Cáncer” de Texas y Louisiana, y liberan químicos tóxicos en el aire y el agua que en gran medida no están regulados por la agencia de Protección Ambiental. Los “nurdle”, o pequeñas bolitas de plástico, que se derriten para crear nuevos productos, a menudo se derraman en las vías fluviales cercanas, ingresando a la cadena alimentaria cuando son ingresados por la fauna marina. El resultado es un ambiente tóxico y venenoso que se ha relacionado con tasas de cáncer y sorprendentemente altas (particularmente leucemia infantil), problemas respiratorios e infertilidad; y, como muestra el documental, cualquiera que se exprese contra las infracciones es amenazado fuertemente por las compañías.
Los productos que se distribuyen a nivel mundial, curiosamente van cambiando el diseño según el país donde se vendan. Por ejemplo, una botella de shampoo Unilever que se vende en Bélgica viene en una botella de plástico grande con instrucciones en el reverso donde asegura su reciclabilidad, e incluso tiene un depósito pagado por adelantado por la compañía para cubrir costos de reciclaje. El mismo shampoo se comercializa en Asia en una bolsita de plástico de baja calidad, de un solo uso y de múltiples capas que es completamente no reciclable. Esto demuestra que las decisiones tomadas en las salas de juntas las empresas están, de hecho, perpetuando gran parte de la contaminación plástica que proviene de Asia, y que deberíamos culpar a las empresas más que a los países por la falta de una infraestructura de residuos adecuada.
El reciclaje sin censura
La película viaja por todo el mundo y pasa mucho tiempo hablando con clasificadores de plástico y activistas Cero Basura en India y Filipinas. Un punto fascinante es que toda la industria del reciclaje, tal como lo conocemos, solo es posible porque tenemos pobreza. Gran parte de los desechos reciclables de América del Norte y Europa se envían al extranjero para su clasificación manual por trabajadores marginados y sin educación, a menudo mujeres. Dividen plásticos en más de 80 categorías por su apariencia, textura y olor: prendiendo fuego a una esquina y respirando los humos para detectar qué su tipo.
Cuando el plástico se puede finalmente “reciclar”, se tritura, se lava, se derrite y se destruye. Éste es un proceso terriblemente dañino para los trabajadores y está lejos de ser el milagro ecológico que a todos nos gusta imaginar.
Éste es sin duda uno de esos documentales que incomoda, que nos hace cuestionarnos sobre cómo estamos haciendo las cosas, y que nos hace tomar aún más consciencia sobre el uso del plástico. Si bien, hemos publicado varios artículos de cómo a través de diversas iniciativas se busca eliminar este material, siempre hace bien volver al origen del problema para reflexionar.
¿Quieres saber más? Te dejamos el tráiler a continuación:
Fuente:
www.treehugger.com