¿Acres verdes en la Antártida? Sí, leíste bien, un paisaje cubierto de verde en vez de nieve blanca. Los científicos señalan que las floraciones de algas están vistiendo partes del Polo Sur en tonos esmeralda tan grandes que se pueden ver desde el espacio.
En un nuevo trabajo de investigación publicado esta semana en la revista Nature Communications, científicos de la Universidad de Cambridge y el Britsh Antartic Survey, sugieren que las floraciones podrían estar propagándose gracias a un clima cada vez más templado. Utilizando datos de 3 años del satélite Sentinel 2 de la Agencia Espacial Europea, compilaron el primer mapa de floraciones de algas en la Península Antártica, una franja de tierra de 1.500 millas considerada la más cálida del continente.
“Hemos creado el primer mapa a gran escala de algas microscópicas que florecieron en la superficie de la nieve a lo largo de la Península Antártica”, escribió esta semana el coautor del estudio Matt Davey, del Departamento de Ciencias de las Plantas de la Universidad de Cambridge. “Los resultados indican que es probable que esta nieve verde se extienda a medida que aumentan las temperaturas globales”.
Un pequeño, pero significativo trozo de la Antártida
La llamada nieve verde está compuesta de algas microscópicas que florecen en las regiones más cálidas de la península, cerca de 1,34% de su tierra expuesta está cubierta de vegetación. En total, los investigadores detectaron más de 1,600 flores distintas, según un comunicado de prensa de la Universidad de Cambridge.
La creciente presencia verde
Hay que estar atentos con este extraño fenómeno, si bien la Antártida no se podría confundir con la Isla Esmeralda, puede volverse más verde en los próximos años, y las condiciones para esto son las temperaturas cada vez más templadas. Estos microorganismos, junto con el liquen y el musgo, prosperan en el agua, gracias a las temperaturas de fusión del hielo, está cada vez más disponible en la Antártida.
De hecho, la nieve verde parece más frecuente donde las temperaturas promedio rondan los 32º Farenheit durante los meses de verano de la región entre noviembre y febrero. “A medida que la Antártida se calienta, pronosticamos que la masa total de algas nevadas aumentará”, dijo el coautor del estudio Andrew Grav a CBS News.
Los investigadores agregan que la vida marina también juega un papel importante en la distribución de las algas verdes de la nieve. A través de su excremento, los mamíferos y las aves producen inadvertidamente un poderoso fertilizante para acelerar el crecimiento de las algas. La mayoría de las flores por ejemplo, se encontraron a pocos kilómetros de una colonia de pingüinos.
Si bien, por el momento la nieve verde no tiene ninguna consecuencia grave, hay que estar pendientes de su evolución.
¿Quieres saber más? Te invitamos a ver el video que realizaron los investigadores de la Universidad de Cambridge:
Fuentes:
www.treehugger.com
Una respuesta a Nieve verde como consecuencia del cambio climático