Transformarnos en consumidores conscientes, así de claro queremos que sea el mensaje. Un objetivo que parece imposible con el bombardeo constante que hacen las marcas y la cantidad de dinero que invierten en publicidad para limpiar su imagen y verse más amigables con el medio ambiente. ¿Cómo saber qué marcas comprar? ¿Cómo saber si el precio que estamos pagando es justo por el producto sustentable que estamos recibiendo? ¿Cuáles son las empresas que realmente están tratando de hacer una diferencia?
Hemos hablado ya de dos marcas que están haciendo cambios y se están comprometiendo con el medio ambiente, hoy les queremos hablar del caso de Unilever. Nuestra intención no es lavar la imagen de las empresas, si no más bien, mostrarles lo que éstas están haciendo y ustedes decidan si quieren seguir comprándoles o no.
Unilver ha reducido un 52% las emisiones de CO2 provenientes de la energía que utiliza en las producción en los últimos 10 años y a ahorrado 13.248 toneladas de emisiones de gas en 2018 en países como España, a través del reciclaje de sus envases.
La compañía tiene como objetivo para el 2025 que todos sus envases plásticos sean 100% reciclables, reutilizables o compostables. Además de esta iniciativa, Unilever anunció recientemente que transparentará sobre la huella de carbono que implica producir cada uno de sus productos, lo que significa que cada uno de los 70.000 productos de la empresa mostrará en sus etiquetas la cantidad de gas efecto invernadero que se emitió en el proceso de fabricación y envío a los consumidores.
Según un comunicado de prensa de la compañía, creen que transparentar la huella de carbono, será un acelerador en la carrera mundial hacia cero emisiones. “Una de nuestros objetivos es comunicar la huella de carbono de cada producto que vendemos. Para hacer esto, estableceremos un sistema para que nuestros proveedores declaren, en cada factura, la huella de carbono de los bienes y servicios provistos; y crearemos asociaciones con otras empresas, organizaciones para estandarizar la recopilación y la comunicación de datos”.
Esta no es la primera vez que se intenta hacer algo así, hace aproximadamente una década, Tesco, un supermercado líder en Reino Unido intentó algo similar, pero fracasó ya que fue muy complejo recopilar tantos datos. Pero esta vez debiese ser diferente, por un lado Unliver controla su cadena de suministros mucho más estrictamente que un minorista como Tesco. Puede exigirle los datos a sus proveedores, tienen un poco más de influencia y una relación más cercana con los proveedores, los requisitos de recopilación de datos de Unilever obligan a todos los proveedores a participar, y no sólo a los proveedores existentes, las empresas que esperan vender a Unilever deberán ser competitivas en cuanto a emisiones”.
Por otro lado, el mundo ha cambiado en 10 años. Hace una década, si le preguntabas a alguien qué era la huella de carbono, te miraban raro. Ahora parece que todo el mundo está hablando de esto. Hasta ahora no hay una etiqueta, o un proceso de revisión estándar, pero Marc Engel, el jefe global de la cadena de suministro de Unilever, le dice a Bloomberg que esto cambiará.
“Actualmente, no hay estándares o verificaciones de terceros, lo que significa que los consumidor es tendrán que creer en la palabra de la empresa”. Pero Engel dice que espera que los competidores de Unilever sigan su ejemplo, y que pronto habrá un estándar independiente para el etiquetado de carbono, al igual como existe para las etiquetas nutricionales en los productos alimenticios.
“Es un compromiso muy grande”, dice. “Pero estamos viendo claramente que los consumidores quieren saber cómo los productos que compran contribuyen a su propia huella de carbono”. Es una gran compromiso para Unilever, pero permitirá que cada vez más personas se comprometan a reducir su huella de carbono.
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