Si calculaste tu huella de carbono con nuestra calculadora, te acordarás de que el consumo de carne tiene asociada la huella más alta dentro de la producción de alimentos. Es por ello que en la actualidad los científicos han puesto un gran esfuerzo en la disminución de los gases contaminantes, generados por consecuencia de la producción de carne y leche.
De todos aquellos compuestos que incrementan el efecto invernadero, casi un 10% son constituidos por el metano en el excremento del ganado bovino. Este hidrocarburo se genera debido a la descomposición o la digestión de materia orgánica (en este caso las heces de res), por lo que la concentración de la producción de este gas resulta perjudicial para el ecosistema.
La buena noticia es que se han podido disminuir significativamente las emisiones de este gas que se producen por kilo de carne o leche. Esto se ha hecho mediante la introducción de avances en los ámbitos de nutrición, genética, reproducción, sanidad y manejo de los animales.
Por ejemplo, en Gran Bretaña, Canadá y Nueva Zelanda se logró concretar un sistema de pastoreo que reduce las huellas de carbono desde un rango de 37 a 45 kg/CO2 por kilo de carne, a tan solo 12 kg/CO2 por kilo. Adicionalmente, desde hace ya varios años se dispone de modificadores de la fermentación ruminal, que tiene entre sus funciones la reducción de metano en las heces en beneficio de la productividad y el medioambiente.
Si bien estas cifras son posibles gracias al uso de los métodos de pastoreo y nutrición mencionados anteriormente, existen nuevos proyectos que podrían mejorar aún más la disminución de la contaminación por metano en los desechos bovinos.
Proyecciones y nuevos métodos
Un gran avance en esta materia llega de la mano del compuesto 3-Nitrooxypropanol, abreviado como 3NOP, que inhibe la formación de la enzima utilizada en la producción del hidrocarburo ayudando a reducir la emisión de este gas en el excremento de vacas lecheras en un rango de 22 a 30% de manera consistente, sin reportar ningún efecto adverso en la salud de los animales.
Otro de los métodos en proceso para ayudar con este problema, es la incorporación de una alimentación en base al alga Asparagopsis taxiformis en los criaderos de bovinos.
Se trata de una macroalga roja, reportada recientemente por investigadores australianos de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth, que hasta el momento aparenta ser el método más prometedor en la reducción del metano, ya que ha sido utilizada con éxito en vacas de la producción lechera.
La Asparagopsis ha permitido la disminución en la dispersión del hidrocarburo hasta en un 98%, recibiendo el Food Planet Prize por su potencial para lograr la neutralización de carbono en sus primeras instancias de investigación.
A pesar de que aún falta resolver el tema del abastecimiento del alga y la dosificación exacta, Chile cuenta con la ventaja de que esta crece de manera natural en sus costas, lo que nos otorga una ventaja en cuanto a su futuro uso en la inhibición de metano en los desechos de bovinos y, por lo tanto, la disminución de nuestra huella de emisiones de carbono.